martes, 8 de enero de 2013

+ ¿Por qué no pasas página?
-Que bien suena , que fácil parece… Pero es difícil hacerse a la idea de que pasar página supone no abrazarle más, que ya no me llevaré ni un beso más suyo, que no podré decirle más que le quiero, solo me quedará la opción de gritarlo en voz alta para que nadie me escuche, y me trague yo el querer y a la vez no querer sentir más porque ella no está ahí para contestarme. Pasar página supone no escribir para ella, no poder apartarle mirada, porque si paso página no la veré más. Todo se quedará en ese último beso, en ese último abrazo, en esa última vez que vi que tenía ganas de abrazarme. Ahora solo me veo a mí pidiendo por favor que vuelva, que quiero volver a darle miles de besos, volver a abrazarla, volver a mirarle a los ojos sin necesidad de pensar que será la última vez que los mire. Pero es que yo no quiero no verla más, no poderla sentir a 5 cm de mí, porque no soy sin ella, nunca lo he sido. Siempre la necesitaba, es especial, ¿Sabes? Nunca he dejado de pensar en ella, siempre me quedaba con ganas de un beso más y no dos en las mejillas. Pero a pesar de todo esto, sé que no va a volver, por muchas ganas que yo tenga de que vuelva, de tener la certeza de que no se volverá a ir. Y es que no te haces a la idea de lo que significa para mi pasar página, cambiar de libro… Yo quiero que ella siga siendo el título de cada cosa que escribo, no quiero que desaparezca, no quiero. No quiero verle mal, no quiero verle llorar. Quiero que sea feliz, y te juro que haría cualquier cosa porque fuese feliz conmigo, pero sé que jamás volveremos a estar juntas como lo estábamos, que sus sonrisas no tendrán mi nombre, y que en sus sueños ya no apareceré yo. Ya no tendrá sentido escribir nada para nadie si no es para ella, no tiene sentido sonreír, porque desde que se fue no sonrío como antes.
No me gusta rendirme, pero sé que esta vez será lo mejor, pero la quiero tanto… Tanto que voy a dejar que sea feliz, aunque me duela día tras día y ya no pueda hacer nada para volver a hacerle sonreír.

Y empiezo a sentirme pequeña, perdida, ida de este mundo que me espera sin que esté a mi lado… Pero le doy las gracias por haberme hecho sentir que mis manos tocaban el cielo junto a las suyas, por haberme hecho quererte tanto.

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